.
.
René Magritte
HIMNO
A LA LUZ
El movimiento, amor, el movimiento.
El perdón de la luz sobre la tiranía de las sombras,
el rescate de una imagen pequeña
liberada por la luz.
Lo doloroso vencido,
lo profundo y violento lejano ya,
no hiriente,
el corazón no obstante de la piedra,
el alma.
el alma.
El predominio de la luz
sobre el sangrante amanecer,
los ojos en plumas por el aire,
lo pequeño, la entrega,
el movimiento, amor,
el perdón.
Un paisaje de sueños, un sólo soplo, el instante.
La crueldad que no insiste,
el olvido, amor,
el agua.
No lo estático, lo sólido, lo férreo, lo salvaje,
sino la vida sin oprimir, lo que gira, lo rosa.
La luz.
No el temblor que tortura,
sino lo frágil, lo delicado, lo minúsculo.
Lo tenue amarillo de la mirada que torna poderoso,
el claror de la voz,
los brazos.
Unos pájaros ligeros y sublimes que nos amparan,
la protección de la penumbra.
Todo ese mundo amenazado por los dientes.
Pilar García Puerta 01-07-02
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario